Es jueves en Chichi, día de mercado. En la escalinata de Santo Tomás destacan desde lejos las paradas de flores y de ofrendas. La iglesia reposa sobre el antiguo templo maya del cual se conserva la escalinata de dieciocho peldaños (tantos como meses tiene el calendario sagrado maya), y en el lugar siguen conviviendo los cultos ancestrales con la religión de los conquistadores. El incienso quema a la entrada de la iglesia, y no sé distinguir a qué culto pertenecen los fieles. Me dicen que en la entrada un sacerdote maya purifica a quienes se lo solicitan, un baño de humo de fuerte incienso. En el interior de la iglesia, junto a los santos locales se extienden pequeños altares de piedra donde los mayas rezan a sus antiguos y donde los deseos quedan encendidos en velas blancas.
domingo, diciembre 09, 2007
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1 comentario:
llego aquí por una mera casualidad, de esas que sólo se dan en internet
lindas tus fotos
buena vibra y luz
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